Hackearon la red social de corredora inmobiliaria y quisieron cometer estafas

Las ciberestafas no se detienen. En Chajarí, una corredora inmobiliaria sufrió el hackeo de su cuenta de Facebook, la cual fue usada para intentar cometer varias estafas. Una mujer estuvo a punto de caer en la trampa. 

Romina Silvestri es una corredora inmobiliaria que opera en la localidad de Chajarí. En las últimas horas radicó una denuncia en la Comisaría local, tras advertir que habían hackeado su cuenta de Facebook y, usaban sus datos para intentar estafar a potenciales inquilinos.

“Personas conocidas me alertaron sobre publicaciones falsas. Me pasaron capturas. Una persona publicaba alquileres a nombre de Noelia Ocampo Rodríguez. Al contactarse, ella los derivaba a quien –decía- era su pareja, pasando un teléfono con característica que no es de Chajarí”, relató Silvestri.

Cuando los potenciales interesados en alquilar se comunicaban con esa persona “les pedía un depósito de 8.000 pesos a través de Ualá (aplicación móvil argentina de gestión financiera personal vinculada a una tarjeta prepago)”, comentó la corredora.

Los estafadores “ponían una foto de mi inmobiliaria, con descripciones de alquileres de 25 mil pesos, de casas en zona céntrica, sin contrato”, dijo sobre las ofertas que hacían a través de la cuenta de su propiedad.

“Estamos tratando de eliminar la cuenta de Facebook, pero han cambiado la contraseña”, indicó sobre la situación, alertando a la población a evitar malos entendidos y consultar personalmente, a menos en lo atinente a su inmobiliaria, hasta tanto se solucionen las cuestiones relacionadas al hackeo.

Por otra parte, una vecina, que afortunadamente no cayó en la trampa, contó que se comunicó por el alquiler de una casa, cómoda, ubicada en la ciudad (este caso daba como dirección Ramírez 1390).

Al solicitar información sobre la vivienda, el presunto “dueño” le hacía saber que no estaba en la ciudad, y le indicaba que para reservársela debía hacer un depósito de 6.000 pesos en una cuenta de Mercado de Pago.

Sospechando de la situación, la mujer se dirige hasta la dirección publicada y se encuentra con la sorpresa que allí no había ninguna casa o departamento. Saca una foto a una casa cualquiera y se la envía al “dueño” preguntándole si esa era. Desde el otro lado, recibe una respuesta afirmativa y allí confirma la sospecha que se encontraba ante un intento de estafa. Minutos más tarde, la bloquearon del WhatsApp y se “cortó la comunicación” con la persona que le iba a “alquilar” la vivienda.