La joven viene realizando denuncias penales por violencia de género desde 2018. Sólo consigue perimetrales que el violento no respeta. En enero y febrero de este año el sujeto volvió a transgredir las restricciones judiciales. El lunes habrá una marcha para exigirle a la Justicia acciones concretas para resguardar la vida de la joven y su familia.
Valentina, una joven oriunda de Chajarí viene denunciando desde 2018 a su ex pareja por violencia de género que incluye golpes, amenazas, maltrato físico y psicológico, y acoso. En ese marco, ya realizó alrededor de ocho denuncias penales ante la Justicia. Hace unos días, el sujeto violó las restricciones perimetrales e intentó agredirla, y ella debió presionar más de cuatros veces el botón antipánico para que concurra la Policía.
Al respecto, la propia víctima contó los hechos: “Empezó en 2018, con mi ex pareja y papá de mis hijos, cuando me golpeó por primera vez en el domicilio en que vivíamos. Hice la denuncia correspondiente y, a partir de ahí, fueron un montón de episodios más”.
En ese sentido, en declaraciones al programa La Vuelta de Radio Costa Paraná, Valentina relató: “Le han puesto perimetrales que no cumple, lo han mandado a terapia psicológica y no fue, a hacer tratamientos para controlar la ira, fue y parece que no le sirvió. Y denuncio, denuncio y denuncio, y no pasa nada más que perimetrales que no cumple. Tampoco se hace nada para que las cumpla”.
Asimismo, dio a conocer los últimos hecho de una larga serie que lleva más de dos años: “El 24 de enero, de madrugada, estaba durmiendo en mi habitación con mis hijos, deje apenas abierta la persiana, escuche que golpeaban las manos y al despertarme veo que estaba él, mirándome por la ventana”.
Así, la víctima prosiguió: “Le pregunté que quería, y comenzó a insistir con ver a los nenes, ante mi negativa por el horario, quiero cerrar la venta y él levantó la persiana como si fuese un papel, y comenzó a insultar, gritar, amenazar con golpearme y decirme que no tenía a nadie que me ayude”.
En tanto, explicó que “cuando volvía de trabajar una vecina, a las 4 y media de la mañana aproximadamente, le grité que llamara a la Policía. El le quiso quitar el teléfono y luego se fue. Vinieron tres patrulleros, él se escondió a tres casas de mi departamento y no lo pudieron sacar aduciendo que no lo veían y no tenían permiso para ingresar a ese lugar”.
De igual modo, la joven chajariense comentó: “Lo hace delante de mis hijos, no le importa. Ya tuvo una pareja que le hizo lo mismo”. Y agregó: “El lunes 15 a las 19 horas se hará una marcha que organizó una amiga mía, para ver si logramos algo”.
Por otra parte, Valentina explicó que “la jueza Griselda Moscatelli, en base a que se publicó todo, ayer me mandó a buscar con la Policía a mi domicilio para una audiencia de urgencia, que se supone era para ayudarme”.
Allí, aseguró que le dijeron que “iban a tratar de ponerme custodia policial unos días, a ver si se calmaba él. Y prohibirle ver a los hijos el mínimo posible para ver si eso lo hacia cambiar. Él no va a cambiar”.
También, la joven indicó: “Me dijeron que meterlo preso no se puede”. Además, señaló que realizó “alrededor de 8 denuncias y recién ahora me dieron el botón antipánico que funciona mal, evidentemente, porque el lunes apareció en mi casa, apreté cuatro veces para que la Policía me llame a los 20 minutos y ahí mandaron un patrullero, lo llevan y los soltaron enseguida porque ‘no lo habían notificado’ de la restricción”.
