Duras críticas a una millonaria obra que se ejecuta en Paranacito

Destacan que es agresiva al medioambiente y que se realiza sin consultar a vecinos que en vez de estar beneficiados “ya sufren consecuencias negativas”. Se trata de una obra para proteger al casco urbano de inundaciones pero marcan que “sólo es para el 9% de la población, 400 personas” y que “principalmente la obra protege campos privados”.

Imagen del facebook de la Municipalidad de Villa Paranacito en la visita de Bordet, Stratta y Richard en el inicio de la obra.

Desde hace un tiempo en Villa Paranacito, cabecera del Departamento Islas del Ibicuy, se está llevando a cabo la obra de “Defensa Urbana”. Se trata de una serie de terraplenes y murallones que le dan cierre periférico a la ciudad. Esto es para defenderla de inundaciones que se dan con frecuencia debido a su ubicación en pleno corazón del delta, originado por la desembocadura de los ríos Paraná y Uruguay.

 Lo que a simple vista es una solución para los isleños concentrados en el paraje del sur de nuestra provincia, comenzó a sumar voces en disidencia por “la falta de comunicación” entre vecinos y el gobierno provincial, tanto es así que una mujer de la localidad, Cristina Del Dó, formalizó un pedido de información pública al Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, bajo el título “Pedido de información ambiental” (Podés verlo completo haciendo un click acá: Presentación sobre Pedido de Informe ).

La obra también se encargó de asfaltar la avenida, colocar nueva iluminación y realizar cordones y cunetas.

El documento dirigido al ministro Raúl Richard comienza retomando, según Del Dó, palabras del propio funcionario: “La obra comprende la construcción de un terraplén de Defensa que a manera de anillo encerrará el 9% de la población urbana de la localidad”. Paso seguido la vecina retruca que observando imágenes en “Google Earth” (son imágenes satelitales de acceso libre que se actualizan periódicamente), puede constatar que la obra “excede por mucho”, la “protección” de los ciudadanos que Richard indica, que según el último censo llega a 400 personas. Pero que ese “exceso de obra”, no protege a más vecinos sino: “a campos particulares, bañados y lagunas naturales”. Elípticamente se denuncia que esta intervención en los humedales entrerrianos podría ser en beneficio de particulares para que puedan anexar ganado a esos territorios naturalmente inundables.

La principal crítica de Del Dó es que la obra “anunciada de mil millones de pesos”, es “para pocos y con intereses más bien ajenos a proteger la vida y los bienes de la gran cantidad de vecinos”, pero esa no es la única queja que se puede leer en el documento presentado el 9 de febrero de este año, ya que asegura en otro punto que es “una obra planificada y ejecutada a espaldas de los vecinos de Villa Paranacito”.

Imagen: Collage de fotos aéreas de la obra dadas a conocer en el perfil de Facebook de la municipalidad.

En este apartado cita el artículo 57 del decreto 4977 del año 2009 que reglamenta los estudios de impacto ambiental de las obras, claramente antes de realizarse, esto quedó registrado en la Constitución reformada de Entre Ríos en su artículo 22.  Y según la solicitante: “A fecha no contamos con la información mínima que permita visualizar o imaginar mínimamente la obra”. Esto pese a que en el perfil de Facebook de la Municipalidad puede verse que hubo un encuentro entre autoridades locales y vecinos el 27 de octubre del 2021.

El documento además no escatima en críticas al presunto destrato por parte del ministro a los vecinos al “calificarlos de ignorantes” por marcar la “ineficacia” de otra obra ligada a una planta potabilizadora de agua.

También puede leerse en la presentación que la parte más visible de la obra “se trata de un muro que divide la avenida Entre Ríos”, siendo esto algo que “rompe con la armonía visual” del lugar y con el “microsistema ambiental”, dejando además a frentistas fuera del anillo mencionado quienes  a su vez ya padecen inundaciones pero por efecto del levantamiento de la arteria para la concreción de dicha estructura; esta evitaría el normal desagote pluvial. Todo esto según Del Dó, debido a que la misma contratista es la encargada del estudio de impacto ambiental, algo así como juez y parte.

Para finalizar la isleña hace pedidos de todos los informes que “desmientan” sus dichos para poder compartirlos con su comunidad y analizarlos.