Salvar al caballo y a los marginados

Jesica Gillij preside una organización llamada “Mi reino por un caballo” en la ciudad de Paraná. Hace años lucha contra el maltrato de los equinos y las propuestas que han surgido, contrariamente a lo que algunos esgrimen, también tienden a proteger a las personas que en muchos casos los maltratan.

La lucha tiene muchos frentes: burocráticos, económicos (un equino, sólo en alimento básico, demanda aproximadamente $5.000 por mes) y de espacios, pero a base de esfuerzo continúan.

En la capital entrerriana una ordenanza prohíbe la tracción a sangre (TAS), y manda la sustitución de caballos por motocarros, pero hoy no se cumple y la situación es pésima.