El día en que el pánico les ganó a todos

Las redes sociales, la incertidumbre y verdades a medias desataron la locura de la población ante un caso de Coronavirus positivo en la capital entrerriana. Te contamos el paso a paso y el audio a audio, de todas las horas que entraron en una hora de pandemia.


Sanatorio “La Entrerriana”, Paraná.

Ana Folmer es de Nogoyá, tiene 87 años. No viajó a Brasil, según sus allegados. Hace más de una semana, concurrió al hospital de su ciudad por problemas de salud y le habrían diagnosticado “infección urinaria”. Sus familiares decidieron trasladarla a Paraná por sus propios medios y quedó internada el viernes 20 de marzo en la clínica “La Entrerriana”, donde detectaron problemas respiratorios y fiebre, no coincidente con lo detallado desde su localidad de origen, le hicieron placas radiográficas y a “menos de 24 horas de ingresar, se activó el protocolo por posible COVID-19 y se la aisló”, sentenciaron desde el sanatorio donde permanece hoy día.

El 26 de marzo, seis días después de su internación, el organismo nacional encargado de testear casos sospechosos de COVID-19 informó al Ministerio de Salud provincial que Ana, era paciente positivo de esta dolencia, hasta aquí, datos concisos, objetivos y comprobables; la señora fue uno de los cuatro nuevos casos de ese jueves 26 de marzo en la provincia, pero lo que se deriva a continuación es la mezcla de pánico, desinformación, y redes sociales mal manejadas o genuinas denuncias mal canalizadas.

Ansiedad 2.0

En la mañana del viernes, el usuario Ignacio Tonelli realizó una publicación en uno de las páginas de Facebook con más seguidores de la región, “Paraná Hacia el Mundo”. En su redacción fue implacable: “Quisiera felicitar al forro (sic) del Dr. Beltramino –quizás en referencia al galeno del Hospital San Martín de Nogoyá- que hizo ingresar a una paciente que venía de Brasil con síntomas de coronavirus diciendo que tenía infección urinaria. Gracias a estos forros de plata, hoy hay 12 personas en cuarentena velando si ya no contagiaron a sus familiares”, denunció públicamente ante 158.416 potenciales lectores de la página de la red social que rápidamente puso cepo a esta clase de denuncias.

Entre la publicación en “Facebook” y la llegada de una captura de la misma a un grupo de whatts app pasaron 60 segundos, literalmente, aunque no me guste usar la expresión, quiero cerciorarme de que se entienda que en un minuto, circulaba la “información” de celular en celular, con nombre, apellido y enfermedad de una persona. Tres minutos pasaron para que a la señora Folmer, una mujer la diera por muerta en un audio de la red social de mensajería instantánea: “Hola Estelita, ¿Cómo estás querida? Ahí me avisan del grupo de los médicos que tengo en el whatts app que murió la mujer de la `Entrerriana´, la Folmer, y además contagió a la mitad de los médicos y a no sé cuántos más”. Ese audio inverosímil de 14 segundos, sin ningún sustento, sin fuentes, sin nombre de autoría, me llegó nuevamente pero de una persona pidiéndome que se lo confirme desde el margen opuesto de la provincia, a 350 km de distancia de Paraná (como si pudiera en ese momento). Además anexaba un documento que lleva la firma de la familia Folmer, también con un pedido “confirmame esto además”.

En menos de 10 minutos, circulaba el nombre y apellido de Ana Folmer, su falso deceso, y la denuncia pública de que tanto ella como sus familiares habían “ingresado al país rompiendo el protocolo” y “contagiando”, a esta altura de los acontecimientos a cientos de personas por “fraguar documentos” y “meter con coronavirus a alguien a una clínica sin avisar”.

La mesura pedía esperar datos oficiales que sabía no llegarían hasta las 13, hora en la que habitualmente el gobierno de Entre Ríos hace una videoconferencia sobre la pandemia, nuevas medidas, nuevos casos, etc.

Leo el documento que me pedían chequear y logro hacerlo, era un comunicado de Pablo Folmer: “Queremos informarles que lamentablemente a Ana Folmer, madre de José Luis Pereyra y Carlos Alberto Pereyra, le diagnosticaron Coronavirus. Ana Folmer, socia de la empresa –NdR: ampliamente reconocida en la provincia-, de 87 años, radicada en Nogoyá, no tiene contacto directo con el personal y se encuentra internada en el Sanatorio La Entrerriana desde la semana pasada. José Luis vive en Paraná. Y Carlos Alberto en Crespo”, aseguraba para mencionar detalles de medidas que tomaron en la empresa ante posibles contactos que hayan tenido los hijos de la mujer con sus empleados.

Pero esto ya pasaba la barrera de los Folmer, los Pereyra y la preocupación por la vida de la señora, ya era un tema de la ciudad de Paraná: “Parientes…”, dice la voz de un hombre en otro audio difundido hasta el hartazgo, “… el coronavirus se va a disparar en Paraná, porque hay una señora internada muy jodida, es inaceptable lo que hizo la familia, ocultó que venían de Brasil y ya estaba instalada la cuarentena, tenían la obligación de preservarse pero no lo hicieron, contagiaron a la abuela y cuando comenzó a demostrar síntomas se deslindaron dejándola en el sanatorio. La mujer esta involucionando. Se corroboró que era coronavirus y ahí admitieron de dónde venían y que pensaban que `no pasaba nada´, no tomaron las medidas que se deben tomar ante un caso sospechoso, la guardia, médicos, enfermeros, mucamas y pacientes están expuestos, más las familias de los trabajadores, por culpa de esta familia que anda por Paraná como si no pasara nada”, decía otra vez una voz anónima que se asoció con un empleado de la Salud.

Con la velocidad que no tienen las buenas noticias, estos audios y los escritos iban y venían, las redes sociales de personas con familiares internados en la clínica, cercanos a trabajadores de la institución y ya cualquier vecino de a pie exigía justicia ante la “desidia estatal y de la familia Folmer/Pereyra”, incluso se sumaban a opinar y a enviar mensajes a sus grupos –que se filtraban en segundos- profesionales de la salud, tal es el caso de una voz que se anuncia como Carlos Armándola –quienes algunos indicaron sería un odontólogo -, relató lo que pasaba en “la Entrerriana” y dió por cierto que había muchos infectados, la pizca que faltaba a una ensalada que incluía: datos a medias, algunos verdaderos y otros falsos, temor fundado, infundado, incertidumbres y voces variopintas.

Ningún medio de comunicación ni periodista salió a confirmar nada, la sociedad no daba respiro ni tiempo. El silencio mediático (toda la prensa quería corroborar con sus fuentes qué había de cierto en ese barullo frenético) provocó que a menos de una hora del inicio del pandemónium virtual, se acusara a los medios de estar comprados, o de no tener el coraje de informar la realidad, y adivine qué: otro audio llegaba a la redacción. Parecía algo guionado, como si un escritor oscuro y dramático lanzara con intervalos maliciosos una piedra tras otra a un estanque revuelto y no dejara que las ondas de agua desaparecieran.

Esta vez era una voz que pareciera ser un familiar directo, quizás uno de sus hijos, este medio así lo cree, porque brinda datos precisos que hasta el momento no se conocían y que posteriormente, como verán, fueron confirmados por la clínica y el Estado provincial. El mensaje es dirigido a un amigo a quien luego de saludarlo le cuenta que cuando internaron a su madre “activaron el protocolo el viernes –mismo día de la internación -, la derivaron con infección urinaria por Esterichia Coli y principio de neumonía –desde Nogoyá-, automáticamente la pusieron en cuarentena, en planta, arriba cuidada”, dijo desmintiendo todo lo que se decía, ya que como relata en el audio, “la diagnosticaron ayer”, por el jueves, es decir que formuló las palabras alertado de la locura que transitaba en las redes. Locura que podría ser fundada o no, pero locura al fin.

El documento audible agrega: “estamos viendo dónde se contagió porque en Nogoyá ella vive aislada y empezó con los síntomas el miércoles pasado -18 de marzo-“, remarca y agrega que “ninguno de los cinco de la familia que viajamos –de vacaciones- tiene síntomas, ni bien llegamos, nos preguntaron si habíamos viajado y le dije que me fui el `veintipico´ de febrero a El Dorado, Misiones, el 26 de febrero pasé a Foz Do Iguaçu (Brasil) y el 2 de marzo pegué la vuelta, y con mi vieja me vi el 15 o 16 de marzo, no sabemos de dónde –proviene la enfermedad-, de nosotros no porque no tenemos síntomas, mando fotos del pasaporte para que no hablen boludeces”, sentenció.

De ser ciertos estos datos, hay que destacar dos cosas, la mujer no viajó con ellos y además el hombre y su familia no habrían incumplido ninguna normativa ya que el primer caso detectado de coronavirus en Brasil, fue el 29 de febrero (a miles de kilómetros de donde el hombre dice haber estado) y ese país recién fue puesto como Estado de riesgo para la Argentina, es decir que quien provenga de allí debe guardar clausura por dos semanas, el día 16 de marzo.

Una voz oficial

Fue Canal Once quien logró hablar con la directora del Sanatorio “La Entrerriana”, Silvia D`Agostino quien manifestó punto por punto lo que más arriba manifiesta el supuesto hijo de Ana Folmer y se lamentó por todo lo que había sucedido en poco más de una hora en las redes sociales.

Cerca de las 12 del mediodía, la empresa de la Salud lanzó un escueto comunicado en el que confirmó que “la paciente fue derivada desde la ciudad de Nogoyá” y además, señaló que “a última hora del jueves 26 de marzo, se confirma el diagnóstico de neumonía por COVID-19”.

En el mismo escrito, se indicó que la paciente “permanece internada en el Sanatorio, cumpliendo las medidas de aislamiento y protocolos del Ministerio de Salud”, es decir que la gente se enteraba que la mujer había mejorado notablemente, de muerta, a viva (permítame el sarcasmo).

El otro interlocutor, también de la clínica mencionada, el doctor Diego Franco, del departamento de Infectología explicó: “hicimos las evaluaciones cuando llegó al sanatorio y el cuadro no era compatible con el diagnóstico que venía”, por lo que “una vez que se confirmó el diagnóstico de neumonía grave, se ingresó a protocolo por caso probable de Covid-19”. En referencia al posible contagio de las personas que atendieron a la paciente, el doctor Franco resaltó que “estamos trabajando en la contención de las diversas circunstancias en la que estuvo expuesta la paciente y trabajamos con las directivas del Ministerio de Salud de la provincia para contener a la gente y brindar a la paciente, las atenciones que necesita”, remarcó.

Ante la poca precisión, el cronista Damián Malatesta insistió y logró que le comentara que han “aislado al personal que tuvo contacto inicial con la paciente y se hizo una evaluación inicial por posible caso de Covid-19″. Al respecto, la directora del Sanatorio “La Entrerriana” reiteró que “el protocolo estaba vigente e incluso se construyó una sala de guardia diferencial, con una sala de espera especial, para atender este tipo de casos”, afirmó y agregó que “incluso, ante la manifestación de los síntomas, la enfermera lo atiende con una vestimenta especial y esto ya estaba funcionando”, remarcó.

“Como esta paciente ingresó por otro diagnóstico, se la atendió en la sala de guardia normal, pero enseguida se tomaron los recaudos”, dijo D´Agostino y agregó que “en ese momento, el personal se puso en cuarentena y día a día, se hace el seguimiento de los mismos. Hasta el momento, no tienen ningún síntoma y por eso, estamos muy tranquilos”, sostuvo a Canal Once.

Ana no murió

“Está estable. Fue evaluada por médicos clínicos y neumonólogos y lleva un período de 24 horas sin fiebre. Es decir, está evolucionando en forma estable”, manifestó Franco.

La voz del Estado provincial

El director de Epidemiología, Diego Garcilazo en videoconferencia de prensa de este viernes a las 13 horas, ligó su relato al de la clínica y desmintió cualquier rumor que circulara en las redes.