Condenaron a un hombre que abusó de su sobrina cuando la pequeña tenía 7 años

En un juicio abreviado, el hombre aceptó la culpabilidad de los abusos y fue condenado a 7 años y 6 meses de prisión. La víctima ahora tiene 16 años y está bajo tratamiento. “Le arruinó la vida”, dijo su madre y hermana del abusador.

En los tribunales de Gualeguay se llevó a cabo la jornada de juicio abreviado por la cual, Miguel Adrián Báez, fue condenado a 7 años y 6 meses de prisión por abuso sexual con acceso carnal contra una menor de edad.

La víctima, que en ese momento tenía 7 años, es sobrina del acusado, ahora condenado, recién pudo contar lo ocurrido a los 13 años y actualmente tiene 16. Los abusos ocurrieron en la ciudad de Victoria.

Tras recibir la condena, Báez se presentó en la Unidad Penal Nº 5, para dar cumplimiento a la resolución judicial y, según se supo, pidió ser trasladado a la cárcel de Paraná.

Cuando la madre se enteró de los abusos, comenzó sin parar un segundo hasta el día de la fecha para buscar justicia.

“Mi mamá (que también es la madre del abusador) siempre lo defendió diciendo que la nena mentía, hasta el día de hoy que lo acompañó a Gualeguay y ahora hasta la cárcel, siendo que él mismo reconoció delante del juez que era culpable. Es devastador porque le arruinó la vida a mi hija, y su abuela, que también tenía que cuidarla no lo hizo. Ella siempre estuvo al tanto de todo lo que él hacía y cuando mi hija le pedía ayuda le decía que era un juego”, expresó Paola.

Finalmente, la madre de la víctima dijo que “no es justa una condena tan baja, pero no nos quedó otra que aceptar el juicio abreviado porque mi hija no está en condiciones. Ella ahora tiene 16 años, pasó por mucho, estuvo con una depresión muy fuerte e intentó hacerse daño muchas veces, está medicada, con psicólogo y psiquiatra”.

Cuando el condenado por los abusos ingresaba al penal de Victoria, fue abordado porque un grupo de mujeres que acompañaban a Paola y reclamaron que la abuela de la víctima, a quien acusan de encubridora, también reciba una condena.