Fátima: Insisten en la desidia del Estado

Un grupo de mujeres se concentraron en Tribunales, encendieron velas y pegaron afiches con la cara de funcionarios provinciales y locales. Habló una compañera de la joven asesinada, también violentada por su ex pareja. Pidió que no se repita lo que le pasó a su amiga.


Este miércoles a partir de las 19 un grupo de mujeres se convocó en la puerta del Palacio de Justicia de Entre Ríos para rendir una especie de despedida a Fátima Acevedo, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo pasado, luego de una semana de búsqueda, con su expareja Jorge Martínez detenido, sindicado como autor del femicidio.

El caso conmocionó a la ciudad que de a poco comienza a despojarse de la intensidad de la búsqueda, el choque del hallazgo del cuerpo y comienza a centrarse en la posibilidad de que la Justicia entrerriana y los diversos organismos provinciales y municipales creados para proteger a mujeres en situaciones de violencia de género, podrían haber hecho algo más para que la joven de 25 años hoy estuviese viva.

Enfoque Propio dialogó con una compañera de Fátima, ella también está bajo condiciones similares a las que atravesó Acevedo: vive en el mismo “Hogar de Mujeres” y tiene su vida marcada por la violencia de género.

Vivir con Fátima durante el último mes “me dejó muchas experiencias, las ganas de seguir viviendo y luchando, de no quedarme callada y de ayudar a las personas que pasan la misma situación”.

Sobre la muerte de la joven reflexionó que le da “impontencia, podría haber sido yo u otras que pasan por esto, por eso reclamamos Justicia y que el Gobierno se haga cargo y que no dejen que se acumulen los papeles”.

Sobre el día de la desaparición de Acevedo, indicó que es falso lo que dijo el Fiscal de la Unidad de Género, Leandro Dato, sobre que la mujer asesinada habría ido a encontrarse con su victimario porque este le había prometido un celular: “Ella me dijo que se iba a hacer unos trámites, a buscar un alquiler precisamente porque nos íbamos a ir a vivir juntas con su hijo y nunca más la vi”.

“Le pido a la Justicia que se muevan, que no esperen a que llegue otra persona muerta, y a quienes pasan por esto, que hablen, que no se queden calladas, que si acá no las ayudan, que busquen refugio de otra manera, que hagan ruido”, pidió la mujer a la que por una cuestión de seguridad, este medio decidió preservarle su identidad.

¿Te sentís segura en el lugar donde estás? Inquirió este cronista. Ella respondió segura: “si” y al ser consultada sobre cómo se sentía Fátima respondió que “también, tenemos muchos medios de protección pero lamentablemente se llegó a esta situación”.

Luego de la desaparición de Acevedo, la Justicia secuestró el celular de su compañera ya que al aparato habían llegado mensajes falsos intentando parecer Fátima para despistar, luego de esto y de la declaración de la mujer en el marco de la búsqueda de la joven ya mencionada, desde la Justicia nunca más se comunicaron con ella. Tiempo atrás “me dieron un papel de restricción y nada más”, pese a que (e insisto en esto) atraviesa situaciones similares a las que pasó la joven asfixiada hasta morir y arrojada en un pozo. Quizás la descripción gráfica y dura sirva a que la citen para ayudarla.